
“EL GRAN MISIONERO NACIDO EN BELEN”
LUCAS 2:1-7
Justamente, esta fecha tan hermosa que se llena de regalos y parabienes entre todas las personas de la tierra, es la fecha en que recordamos que nació un regalo misionero para todos los seres de la tierra, ¡Sí! fue allí en Belén de Judea, en la nación de Israel, donde nació el más grande de los grandes misioneros que pisara la tierra, a favor de bendecir al hombre con el mensaje de las buenas noticias. Este misionero que aun antes de nacer ya estaba bendiciendo al precursor de su ministerio, a Juan El Bautista (Lc 1:41). Es que es “tan maravilloso pensar en este Gran misionero” que vendría unos seis meses más tarde a entregar el más grande mensaje de amor, en forma práctica: Nacido como todos nosotros desde el vientre de una mujer, pero sin encontrar una casa donde pudiera llegar a nacer, solo pudo hacerlo en un lugar tan frío e inapropiado para aquel que iba a bendecir a cada hombre y mujer. Esto nos demuestra Su gran humildad con que llegó a pisar un terreno tan diferente a donde El se encontraba.
Jesús vivía en la Gloria de su Padre, y en el inicio de su obra misionera sólo un establo fue el lugar donde El se quiso identificar con los que luego ministraría con tanto amor y bondad.
Su llegada expresa humildad, pero luego se hace aún más noble y glorioso en Su ministerio y en su trabajo entre la humanidad, esta humanidad que necesitaba de un “Gran Salvador” ¿Quién era este Salvador? Era nada más y nada menos que ese “pequeño niño nacido en Belén” (Is. 9:6,7) Pequeño en su inicio pero… lo dilatado de su imperio ¿Quién lo contara?
No hay en la historia, tanto pasada como la que se sigue desarrollando aún en la vida del hombre, algo que pueda compararse con lo que su Obra consiguió para esta humanidad, y para quienes todavía necesitan del mensaje de ese Gran Misionero nacido en Belén. Nacido hace hace tantos años, y quién jamás perderá su vigor y su capacidad de amar y perdonar al hombre que es pecador y necesitado de un “Gran Salvador”.
Pr. Victor Medina Esperguel
Iglesia Mirasol, Puerto Montt, Chile.
Alianza Cristiana y Misionera